Muchas familias y algunos profesores están de acuerdo en los deberes se tienen que acabar. Yo, en parte, estoy de acuerdo.

Pienso que los deberes ocupan gran parte de la vida de los alumnos y no les permiten realizar otras actividades de ocio como: el deporte, la música, la pintura, las salidas, el tiempo en familia…; o incluso «darse un descanso» que, después de una semana agotadora, es lo que más se necesita. Dado que también hay exámenes, para los que se debe estudiar, las tardes están completamente ocupadas con tareas escolares. Realmente todo el día porque, después de haber trabajado en la escuela, también es necesario hacerlo en casa. El curso pasado he tenido días en los que, después de llegar del instituto, he estado haciendo deberes y estudiando hasta la hora de acostarme. A veces basta con organizarse, pero otras es imposible. 

La conclusión que saco de todo esto es que los deberes ayudan a reforzar lo aprendido pero no valen de nada en grandes cantidades, solo agobian a los alumnos. Resultado de imagen de sobrevivir a los deberes

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