Introducción:
En la contraportada del libro se nos habla del carácter autobiográfico de esta novela. En sus páginas, la autora ha trazado un retrato histórico y social de la época en la que una familia judía con dos hijos debe abandonar la Alemania de 1933 antes del triunfo electoral de Hitler.
Los hechos nos narran la peripecia de dicha familia víctima de la emigración, la xenofobia, el desarraigo… temas tan candentes en nuestra sociedad que conseguirán interesar, sin duda, al joven lector para su análisis y posterior reflexión.
Argumento:
Estamos en puertas de la II Guerra Mundial. En Berlín, el padre de Anna es escritor y periodista de gran prestigio; pero su oposición al movimiento nazi le pondrá en el punto de mira de la persecución antisemita. Anna y su acomodada familia deben abandonar precipitadamente su domicilio días antes del triunfo electoral de Hitler. Su primera residencia será Suiza pero los problemas económicos surgen y la familia opta por probar fortuna en París. Esta vez la adaptación de los chicos se complica por el desconocimiento del idioma.
Las dificultades económicas aumentan, el ambiente escolar es tenso ante la llegada de tantos extranjeros y la familia cambia de país e intenta establecerse en Londres; al principio los padres proponen ir solos y cuando su situación económica mejore volverán a París a buscar a Anna y a su hermano. Los niños se oponen porque quieren que la familia esté unida en los buenos y en los malos momentos.
Autora:
Judith Kerr nace en Berlín en el seno de una familia judía. En 1933 debe abandonar Alemania huyendo de los nazis. Se instala con su familia primeramente en Suiza, para pasar luego a Francia, y, más tarde, a Inglaterra. Finaliza allí sus estudios de Arte, trabaja como pintora, luego como diseñadora y guionista de la BBC hasta comenzar, bastante más tarde, su labor de escritora. Hasta ahora ha publicado cinco libros, ilustrados todos por ella misma.
Interés formativo y temático
Es un relato realista y emotivo que narra con el dramatismo de un testimonio periodístico la situación de los refugiados políticos y de sus hijos: el abandono de la tierra natal, el aprendizaje de un nuevo idioma, la adaptación a una nueva casa, a un nuevo colegio, a la pobreza…
Los niños empiezan a vivir en un ambiente oscuro y aparentemente hostil en el que parece dominar el rechazo al extranjero. A medida que avanzamos en la lectura de la novela nos encontramos con que más allá del horror y de la injusticia y de manera casi imperceptible, afloran la solidaridad, la tolerancia, el amor… y estos buenos sentimientos se imponen sobre los hechos aunque nunca de manera absoluta.